TÉCNICAS PARA TRABAJAR LA POESÍA

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El primer contacto de los niños con la poesía lo experimentan a través del folklore. Con las retahílas, rimas, canciones de corro y juego, trabalenguas y adivinanzas de la niñez entran de lleno en la riqueza, vigor y plasticidad de la lengua.

     Este primer acercamiento oral y espontáneo, nos marca la pauta sobre cómo debemos iniciar el trabajo de la poesía en clase: JUGANDO

     Una vez elegido el poema que queremos presentarles, nuestro principal objetivo será que los niños capten su fuerza expresiva, su magia. Para ello se recitará, se representará mímicamente, se palmearán las sílabas y los versos siguiendo distintos ritmos, se formarán coros para que repitan palabras, versos, estribillos, sílabas, vocales…

     Recurriremos también a la expresión plástica para que lo ilustren, o a la dramática (títeres, máscaras), e incluso a la musical creando melodías para el poema o usando instrumentos de percusión o de otro tipo.

     «Verde, verderol»
Juan Ramón Jiménez
 «Quise despedirme más»
  Miguel Hernández

Cuando los niños saben apreciar el sentido y la belleza de los poemas les resulta más fácil REALIZAR SUS PROPIAS PRODUCCIONES. Los educadores debemos tener en cuenta la necesidad que el niño tiene de expresarse y facilitarle la utilización de cualquier medio de expresión. La poesía, independientemente del valor artístico, puede resultar una excelente posibilidad de comunicar su mundo interno.

     Para allanarles el camino, podemos recurrir a algunas técnicas:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Poema de grupo partiendo de palabras dichas al azar. – Se elige un tema (colegio, familia, mar, campo, historia…) y cada uno dice una palabra referida al tema. Hacemos otra ronda y cuando cada uno ha dicho dos o más palabras hace una frase y la van diciendo con voz normal, susurrando, gritando, riendo, cantando, preguntando… Después se construye un poema entre todos con las frases que parezcan más sugestivas.

 

     Poemas al modo de «canciones de ciego”. – El grupo inventa historias y luego eligen la que más les guste. Cada niño hace una escena de la historia y se colocan en un panel. Luego se hacen versos para cada escena y se recitan a modo de «canciones de ciego», saliendo cada niño a decir su verso señalando la escena con un puntero.

 

     Pareados. – Los pareados constituyen un excelente recurso para que los niños se suelten a hacer versos, y no tiene más misterio que buscar oralmente palabras que rimen con una dada y luego hacer el pareado. Ej.: Azul/ abedul, gandul, tul,                          

La golondrina asciende en el azul                          

envolviéndose traviesa con su tul.

 

    Versos encadenados. – Buscar palabras que expresen un sentimiento: Alegría/ felicidad, risa, sonrisa, amigo, calor… Después se hacen frases que expresen una sensación y se escriben encadenándolas y completando lo que haga falta.

 

     Respuestas a preguntas. – ¿De dónde vienes?, ¿Qué más quieres?, ¿A dónde vas?, ¿Qué me quieres regalar?, ¿Quién eres?… Las preguntas y respuestas se encadenan buscando una sonoridad y un significado adecuado. Es muy útil recurrir a las repeticiones al estilo de Lorca en la poesía «Agua, ¿dónde vas?»

 

    Completar estructuras. – Pedir que rellenen las líneas o trozos vacíos de versos dados, sin que sepan de dónde procede. Al final puede enseñárseles el poema de donde se ha tomado la estructura:      Ejemplo:    

 

Bajo el naranjo—————–        Bajo el naranjo lava   ———————————             pañales de algodón   tiene—————————–tiene verdes los ojos,     y——————————-y violeta la voz,                  ¡Ay amor, ———————-     ¡Ay, amor,                            ——————————– bajo el naranjo en flor!                                                          («La Lola», F. G. Lorca).

    Acrósticos. – Se escoge una palabra y se escribe en vertical, cada letra será la que comience un verso.

 

    Buscar encadenamientos. – Al estilo de: «La plaza tiene una torre/ la torre tiene un balcón/ el balcón tiene una dama/ la dama una blanca flor…»

 

    

 

Comparaciones. – Se buscan adjetivos y verbos y se establecen comparaciones, luego se escriben en forma de verso.     

Ejemplo:    

Dulce como (un caramelo)                        

Más alegre que (un tambor)                        

Corrí como (una gacela)                        

Era sólo (corazón).

 

    

 

Caligramas. – Escribiendo el poema dibujando la forma del contenido del mismo (olas, peces, flores, fantasma…)

 

     El «Limerick”. – Es una técnica que propone Gianni Rodari. Se trata de un género organizado y codificado del sinsentido. Son unos versos que siempre mantienen la misma estructura:

 

Primer verso- Define al protagonista   Segundo verso- Indica sus características    Tercero y Cuarto versos- Se realiza un predicado     Quinto verso- Epíteto final extravagante

 

Era un viejo de colina                                 

de naturaleza fútil y cansina.                                 

Sentado sobre una roca                                 

cantaba nanas a una mariposa                                 

aquel didáctico viejo de colina.

 

    Pueden introducirse variantes: el segundo verso puede dar las características de un objeto que se posee o una acción que se realiza y el tercero y cuarto, expresar la reacción de los espectadores.

 

Un señor muy pequeño de Sevilla   

se subió a lo alto de una silla,   

y aún estando en las alturas    

no aumentó en nada su estatura.   

Aquel buen figurilla, micro enano de Sevilla.

 

Otro ejemplo:

Una vez una rana misteriosa                       

tenía un sombrero del color de la rosa.                         

Pero el sombrero la tapaba por completo                       

 y el color de la rosa arropaba su secreto.                         

La misteriosa rosa-rana o rana-rosa-rana.

 

 Cualquier otra técnica que se os pueda ocurrir. –